CASA DE PUEBLO COMPARTIDA
La casa de pueblo compartida es una de las modalidades de establecimiento de turismo rural en Cataluña en la que se ofrece alojamiento turístico en régimen de habitaciones y, como mínimo, también servicio de desayuno o almuerzo a los huéspedes.
No obstante, a diferencia de las masias o casas de pagès, las casas de pueblo compartidas se encuentran dentro de las poblaciones rurales, es decir, forman parte del conjunto de edificaciones que integran un pueblo. En términos urbanísticos, estas casas se ubican en suelo urbano como viviendas unifamiliares, ya sea dispuestas de forma adosada, retranqueada, en hilera, pareada o agrupada, incluso aisladas de otras edificaciones siempre y cuando se encuentren en la trama urbana del pueblo.
La casa de pueblo compartida como establecimiento de turismo rural
En cuanto a su uso como establecimiento de turismo rural, estas casas de pueblo deben cumplir una serie de requisitos establecidos por la normativa turística. En Cataluña, deben tener una antigüedad mayor a 1957, mantener la tipología arquitectónica de la zona y ubicarse en poblaciones rurales de menos de 2.000 habitantes, además de otros condicionantes que afectan al equipamiento mínimo necesario y superficies de algunas estancias.
Se les llama «compartidas» porque el propietario o propietaria de la casa de pueblo reside en la vivienda y comparte su uso con los huéspedes mediante el alquiler de habitaciones, prestando además servicio de desayuno y, si lo desea, también de comida y cena siempre que se trate de cocina tradicional.
Tanto las casas de pueblo independientes como estas casas compartidas, representan las dos únicas modalidades de casa rural que la normativa turística catalana permite que se establezcan dentro de los núcleos de población rural, pero con la diferencia de que las casas independientes se alquilan enteras (como las masoverías) y en las casas de pueblo compartidas se ofrecen habitaciones (como en las masías catalanas).
Al igual que el resto de modalidades de casa de turismo rural, si la persona propietaria (o cualquiera de los socios si se trata de una sociedad) es pagès o pagesa profesional, podrá establecer la casa de pueblo compartida dentro del grupo de casas de pagès o establecimientos de agroturismo, en caso contrario sólo podrá incluirla en el grupo de alojamientos rurales.
Diferencia entre casa de pueblo compartida como casa de pagès y como alojamiento rural
Como he comentado anteriormente, la principal diferencia radica en la profesión del titular del establecimiento. Si la profesión se vincula con la obtención de rentas de actividades agrarias, ganaderas o forestales, entonces la casa de pueblo compartida podrá ser clasificada como establecimiento de agroturismo o casa de pagès que, a nivel de comercialización, gozan de mayor demanda por parte del turismo. En caso contrario, si el titular no es pagès o pagesa profesional, la casa de pueblo compartida sólo se podrá incluir dentro de la clasificación de alojamientos rurales.
No obstante, a nivel de experiencia vivida por el cliente, que al final es lo que importa para que el negocio prospere, no tiene porqué ser diferente entre ambas clasificaciones. El hecho de que el titular sea pagès o pagesa profesional no garantiza la prestación de un servicio mejor, aunque sí le podrá ayudar a ofrecer una mayor percepción de autenticidad al usuario. Lo importante es la profesionalidad con la que se gestione el establecimiento de turismo rural, puesto que, al tratarse de una casa de pueblo compartida, el trato con los huéspedes es directo y muy cercano.
PARA TURISTAS RURALES
Cómo es la experiencia de alojarte en una casa de pueblo compartida
Si lo que deseas es pasar unas agradables vacaciones o escapada de fin de semana en un pueblo rural para conocer sus rincones, saborear su gastronomía y rodearte de tradición, pero además quieres alojarte en un establecimiento que reúna las características más apropiadas para que tu experiencia rural sea la más auténtica posible y sin prescindir de las comodidades de un servicio personal y directo, entonces la mejor opción es optar por una casa de pueblo compartida.
Aunque lo habitual es que estas casas no dispongan de muchas habitaciones como para alojar a grandes grupos, esto se hace una ventaja cuando te hospedas con tu pareja o junto a un número reducido de personas, puesto que te permitirá obtener un trato más cercano y entrañable con el propietario o propietaria de la casa, a la vez que podrás disfrutar de mayor tranquilidad y sosiego.